Hay una voz en Cartón fósil —quizá la misma que se escuchaba en Clima artificial de primavera, el primer libro de Ignacio Vleming, y uno de los poemarios del año según El Cultural— cruzando de los días del descubrimiento a la vida adulta. A este libro, feliz y luminoso incluso ante los temas oscuros, se asoman el recuerdo de la formación, el valor emocional de la cultura y su fuerza en nuestra educación sentimental. Ignacio Vleming ha escrito una obra de gratitud a haber vivido, de gratitud a haber podido crecer... Cartón fósil se lee, pero con Cartón fósil también se observa. Una bienvenida a la madurez desde lo que se añora y una celebración sincera de la poesía: uno de esos libros que se quedan para siempre con nosotros.