Dos niños se encuentran en la playa, en el estrecho de Gibraltar.
Uno es hijo de un pescador local. El otro es Kai, de ojos brillantes
y curiosos, que acaba de llegar de un país lejano: Japón.
Con ellos se encuentran dos culturas.
Comparten juegos y costumbres de Andalucía y Japón,
sin ser conscientes de que esto marcará sus vidas para siempre.
Una oda a la amistad y a la diversidad, sencilla y profunda,
con elementos autobiográficos, impregnada de la luminosidad del sur
y el delicado equilibrio de la estética japonesa.