Anzu acaba de mudarse a una nueva ciudad durante las festividades de Obon, cuando las familias honran y recuerdan a sus antepasados. Pero lo cierto es que, desde que murió su abuela, no tiene muchas ganas de celebraciones.
Huyendo de sus problemas, Anzu encuentra un perro callejero, y cuando este le roba su colgante, la niña cae accidentalmente por un terraplén, y pierde el conocimiento. Al despertar, se encuentra en Yomi, el inframundo, un lugar del que solo había oído hablar en las historias que su abuela le contaba. Allí descubre que el perro es, en realidad, el guardián de las puertas de Yomi, quien le advierte que debe regresar a casa antes de que sea demasiado tarde.
Pero esto no resulta tan sencillo. Perseguida por la infame reina Izanami, y rodeada de un montón de criaturas asombrosas, el tiempo de Anzu en Yomi se agota: si no consigue romper la maldición, liberar los espíritus de otros niños perdidos y alcanzar el reino de los humanos antes del amanecer... se quedará atrapada allí para siempre.