De la impronta que para el imaginario popular (especialmente el anglosajón) tienen las inmortales historias de Winny de Puh (colección Avatares nº 40), de A.A. Milne, nos da buena muestra la gran cantidad de secuelas y ensayos que se han publicado en los últimos cincuenta años protagonizados por el inimitable oso.
John Tyerman Williams es uno de los autores contemporáneos que más partido ha sacado del personaje de Milne, con obras como Puh y el Milenio (1997), Puh y los psicólogos (2000), Puh y los magos (2003) y el presente Puh y los filósofos (1996).
En Puh y los filósofos, Williams, doctor en filosofía, trata de demostrar, con expléndido humor y espíritu didáctico, que la entera historia del pensamiento occidental, desde los presocráticos hasta Sartre y Camus, está contenida de forma simbólica en las historias supuestamente infantiles del oso Winny.
Si bien su lectura puede servir como una desenfadada y lúcida introducción a la filosofía, Puh y los filósofos requiere del lector una cierta familiaridad con las grandes ideas de la Filosofía Occidental y con las propias historias de Winny de Puh, a fin de que pueda disfrutar plenamente del juego inteligente e irónico que propone Williams en esta obra.
A lo largo de sus páginas veremos cómo la enfermiza ansiedad de Porquete (cerdo amigo de Winny) no es otra cosa que la expresión del heidegeriano 0201C;Ser-para-la-muerte0201D;, cómo el episodio sobre la manera de atrapar a un Frusbo resulta un agudo comentario sobre la teoría kantiana del mundo fenoménico, o cómo la fiesta de cumpleaños del depresivo burro Iíyoo es un claro trasunto del 0201C;Festival del Asno0201D; del Así habló Zaratustra nietzschiano.